Tras las vacaciones, volvimos a retomar nuestra rutina, cómo ya sabéis los viernes tenemos sesión de experimentos (Pequesabios). En esta ocasión, el experimento trataba de experimentar el aire que nos cabe en los pulmones. Para ello, inicialmente hicimos un recordatorio del aire, dónde se encuentra, si en nuestro cuerpo tenemos aire, por dónde lo tomamos, cómo lo expulsamos, qué son los pulmones, de qué se llenan y se vacían...
Para realizar este experimento, se necesita: una botella llena de agua y cerrada con el tapón, un cuenco lleno de agua hasta la mitad y una cañita.
Colocamos la botella de agua boca abajo dentro del cuenco con agua y le quitamos el tapón a la botella, luego cogimos la cañita e introducimos la parte de la cañita flexible dentro de la botella y soplamos.
Una vez explicada la nueva sesión de Pequesabios, llegó la hora de experimentar, ¿qué ocurrirá?:
El experimento fue un poco complicado para la mayoría, algunos niños/as apenas soplaban y otros tragaban en lugar de soplar, jaja. Marco, fue el alumno que mejor hizo el experimento, sopló dentro de la botella llenándola poco a poco de aire con lo cual el nivel del agua que estaba dentro de la botella fue bajando, como se puede ver en las imágenes, porque ya sabemos que el aire ocupa un espacio aunque no lo veamos.
El aire de los pulmones se va acumulando en el fondo de la
botella a medida que soplas. Cuanto más aire expulses, más se irá acumulando en
la botella y más agua irá desplazando. Con este experimento averiguarás qué
capacidad tienen tus pulmones. Lo podeís intentar en casa.
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